En una de mis tantas búsquedas traumadas de soledad y regocijo encontré un amigo mexicano por facebook a través de mi página "amantes de la ortografía" (que inmediatamente nombré administrador de la misma) . El articulo siguiente trata sobre la amistad, miren, lean como de manera tan poco usual y adictiva. Este articulo lo escribió él. Su nombre es Julian Fuentes (JoJuFuCa) y es un basto escribiendo y por eso lo admiro u.u. Lo copie tal cual para no hacerle ningun daño u/e/y opacarlo ¡Disfrútenlo!
Mucha gente no parece pensar bien lo que dice, y profieren las palabras ''amistad'' y ''amigo'' como si dijesen ''día'' y ''noche''. Creo que es claro lo que quiero decir: la amistad es un concepto abstractísimo y valiosísimo, pero irónicamente infravalorado; el día y la noche son conceptos concretos, que se pueden decir cuantas veces uno quiera sin que su valor neutral cambie.
Me da la impresión de que mucha gente cree que la amistad es el simple hecho de hablar con alguien y pasar un buen rato con esa persona; otros creen que un amigo es aquél que siempre accede a los favores que vanidosamente le pedimos, claro, enmascarando la vanidad con la súplica; los favores que denotan amistad son aquellos que se hacen sin que sean pedidos; otras personas creen que la amistad se forja sólo yendo a fiestas, juergas y demás situaciones jocosas con algún grupo de personas (o con una sola persona).
Todas esas concepciones de amistad son ciertas, pero son las más superfluas, ergo las más fluctuosas. Yo creo que la amistad es muchísimo más que eso; claro, puedo decir indiscriminadamente que todos mis conocidos son mis amigos, obviamente ellos querrán ser llamados amigos y no conocidos; pero no creo estar dispuesto a engañarlos diciéndoles eso, aun si así los hiciese sentir bien. Quizás su propia vanidad hará que al llamarlos ''amigos'' me vean más afablemente que al llamarlos ''conocidos''..., es raro. ¿Ustedes me llamarían amigo sólo para hacerme sentir bien, aunque sientan muy dentro de sí que no soy más que un buen conocido o un simple payaso que despierta vuestra hilaridad? Yo aún lidio con ello.
Con lo dicho hasta ahora no afano desdeñar a mis ''amigos''. Muchas de las personas con las que convivo diariamente significan mucho para mí, aunque jamás se lo haya dicho. Significan muchísimo, de hecho. Sin embargo, son pocas a las que estoy tan arraigado (o a las que quisiera estarlo) como para llamarlas amigos.
No sé si alguien haya ya inventado los términos pseudoamigo y protoamigo; si no, lo he hecho yo; si sí, los tomaré prestados. Espero que sepan que ''pseudo-'' y ''proto-'' son prefijos completamente divergentes: el primero significa ''falso'', así que un pseudoamigo sería aquél que nos acompaña a fiestas o está sólo en los momentos de júbilo (me llegó a la mente un proverbio chino: ''los amigos hallados en el ocio desaparecen cuando no hay dinero''); el segundo indica anterioridad, surgimiento, prioridad; los protoamigos son, pues, aquéllos que pueden devenir en verdaderos amigos. La protoamistad sería como el limbo de los ''buenos conocidos'' y el purgatorio de los pseudoamigos redimidos.
Muchas veces he tenido la (in)fortuna de ser llamado ''amigo'' por alguien y no poder responder de otra manera más que con silencio y una sonrisilla incómoda. Como el escuchar un ''te quiero'' o un ''te amo'' espetado por alguien por quien no sentimos lo mismo. Lo peor del caso es la incertidumbre de no saber si la otra persona se toma a mal o no ese silencio y esa sonrisilla que obtuvo, pero ¿qué puede uno hacer? ¿responder lo mismo, como esas personas que fingen escuchar al repetir lo que su interlocutor dice? No sé. Yo sé que la amistad no se agradece: se corresponde. A mí me han venido llenando de gratitud (al menos eso quiero creer), mas no de correspondencia. Yo gratifico o correspondo según sea el caso: una amistad agradecida es para alguien por quien quizás no sienta tanta compatibilidad como para corresponder; una amistad correspondida... Bueno, no necesito explicarlo, ¿o sí?
Probablemente el pensar en esto sólo atraiga problemas, quizás sólo deba deambular por la vida conociendo gente, ora agradeciendo, ora correspondiendo. Quizás deba nominar amigo a toda aquella persona con quien me la paso bien, sin importar que me conozca someramente; no ha habido ningún infausto que se haya adentrado en mí, no sé si sea porque no ha querido o porque yo no he querido. Lo más valioso que uno tiene para dar son los propios pensamientos, la mente, donde reside todo lo que uno es y fue.
Los amigos ''en lontananza'', o sea, aquellos que creen que la amistad es una piedra o un cactus que sobrevive en los terrenos más inhóspitos, no están al margen..., están más del lado de los pseudoamigos. La negligencia y la desidia no parecen estar englobadas en lo ''proto'', al menos no para mí.
Quizás ustedes piensen que todo esto son sólo tiquismiquis, reparos baladíes, un circunloquio sin fundamento... ¡Yo qué sé! De todos modos les agradezco sobremanera el haber leído mis tontos escrúpulos.
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¿Apoco no aman el castellano? (!) Lo siento, tenía que mencionarlo. Si no fuese por él, no podría haber escrito esto, ni ustedes podrían haberlo leído. Por cierto, las palabras que usé no las usé arbitrariamente; busqué que su significado y sentido fueran los más acordes a lo que quise decir.
¡Saludos!